top of page

Lunes 27/01/2014

ALBERT FONTSERE

 

 

Vivimos en una época en la que la tecnología domina el mundo. Nuestros abuelos, incluso nuestros padres se asombran ante un teléfono móvil que puede transferir datos tan fácilmente. Con esto quiero llegar a explicar que la tecnología no solo domina el mundo en el ámbito telefónico, sino que, gracias a todas los métodos tecnológicos que tenemos actualmente y los estudios realizados podemos asegurar que el ser humano no lo creó un ser omnipotente.

 

No solo los estudios tecnológicos lo aseguran. También los biólogos, con sus estudios lo verifican. El mismo Charles Darwin planteó las teoría de la evolución de la selección natural, considerada, hoy día, la teoría valida para la evolución de todo ser humano, derrumbando así a la teoría de Lamarck. Otro motivo para descartar toda explicación sobrenatural de la creación humana.

 

Entonces, si los datos son tan evidentes y las teorías tan claras, porque aun hay gente que sigue a esas religiones mentirosas? Mi opinión es que la gente antiguamente al no tener suficiente información sobre como, cuando y porque sucedió su existencia y que pasara después de la muerte?, decide creer a alguna persona poderosa que llegó algún día con una historia perfectamente montada para engañar.

 

Las personas somos débiles. Necesitamos respuestas a las preguntas, y mas si esas preguntas son tan profundas como para interrogar a nuestra existencia. Algún iluminado de cada región del mundo, asesorado por muchas otras personas decide inventar y exponer una historia con un protagonista, héroe o como quieran llamarlo llamado dios y con sus farsas responder a esas preguntas que tanto nos inquietaban. Personalmente desconfío de todas esas religiones que solo sirven para ganar dinero , y que intentan meternos en la cabeza información falsa para tranquilizarnos.

 

No existe la religión, lo que existe es una forma de vida. Vivir correctamente e intentar ser lo mas correcto en esta vida, no para agradar a los demás, sino para tener la conciencia tranquila y estar en armonía consigo mismo. Cada uno piensa y decide lo que quiere no lo que sus tutores intentan forzar.

 

La religión es como el pene, está bien tener uno y estar orgulloso de él(Aunqe no este de acuerdo), pero no esta bien tratar de meterselo a la fuerza a los demás.

 

Si quieres salvar a tu hijo del polio puedes rezar o puedes vacunarlo… Aplica la ciencia”. 
Carl Sagan astrónomo estadounidense 1934-1996 

 

Martes 28/01/2014

ANNA BAÑON

Mamá, ¿los ángeles existen?- Libo miraba a su madre curioso, y vio cómo hacía una mueca extrañada. Quizás la pegunta pilló a su madre por sorpresa, ya que no contestó más que con un beso y un “tú eres mi ángel cariño”, así que Libo, al ver que no obtenía una verdadera respuesta a su enigma, decidió salir a explorar las maravillas del jardín, como cada tarde.

 

 

Hay elecciones que están rodeadas de historia y de matices. De vez en cuando nos empeñamos en querer elegir drásticamente ¿blanco o negro? y tomar partido de cierto bando, sin entenderlo del todo, y sin darnos cuenta de que hay partes de nosotros mismos que están totalmente inmersas en la cultura del otro lado. Esto definiría perfectamente ese debate interminable dado en nuestra sociedad entre ciencia y religión, cuando ambas se complementan y definen nuestra realidad de tal forma que es casi imposible entender la una sin la otra.

 

Antes de tener herramientas y métodos para poder estudiar la realidad, el instrumento que usábamos era nuestra imaginación, la interpretación que hacíamos sobre la raíz de la naturaleza y sus fenómenos. Ahí es donde empezaron los mitos: historias maravillosas sobre Dioses de la lluvia, del trueno, de las plantas y los animales que deducíamos al mirar a nuestro alrededor. Esas historias iniciales fueron tomando forma y desarrollándose a través de mil caminos hasta dar paso a religiones definidas, pero al mismo tiempo los mitos fueron nuestra primera ciencia, las primeras teorías sobre la naturaleza y sus fenómenos.

 

Cabe decir que cuando hablo de religión me refiero más bien a la forma más pura de las diversas creencias, y no a la pantomima a la que nos enfrentamos actualmente, que más que nada es un Banco que en lugar de cuentas de ahorro regalando microondas, nos ofrece la salvación divina a cambio de impuestos y de estar dispuesto a aceptar ciertos dogmas que se sustraen de lecturas interpretadas según los intereses del que los pide. No, cuando hablo de religión como parte de nosotros mismos quiero ir más allá de nuestra mente, de algo tan interno que no tiene cabida en palabras. Es esa sensación, que creo que es común a todos, que nos hace preguntarnos el para qué y el por qué del ser, y que nos lleva a respuestas que están más allá de lo que se ve.

 

La ciencia, en cambio, son diversas doctrinas que quieren estructurar y analizar nuestro mundo de forma precisa, con lo estrictamente demostrable. Pero… ¿No es parte de la realidad también la creencia, tan común a todo ser humano, sea cual sea su cultura? La ciencia… tan objetiva, preestablecida y metódica también debería entender esa parte nuestra como parte de la naturaleza; y también debería tener en cuenta que es difícil estudiar tanta complejidad que nos rodea siempre a través de una estructura tan cerrada. Es como intentar hacer pasar una redonda a través de un agujero en forma de cuadrado, no se puede: La realidad es compleja y como tal debería ser fragmentada e intentar ser entendida bajo diferentes estructuras y formas.

 

¿Ciencia o religión? Somos seres complejos: racionalmente escépticos pero conscientes de una fuerza dentro de nosotros mismos que nos hace mirar más allá del cielo cuando alguien muere, o que nos impide aceptar la propia muerte como el fin de nuestra existencia. En esencia somos ambas, ambas definen nuestra cultura, nos definen como seres y nos entrelazan.

 

 

La mariposa aleteaba cerca de Libo y él la miraba ensimismado. Los colores se entremezclaban cuando las alas de aquel diminuto ente batían el aire con una gracia mágica. Por unos segundos no hubo razón, ni tiempo, ni existencia, tan solo la belleza de algo diminuto. Quizás aquella era la respuesta más clara a la pregunta del niño: Los ángeles existían en el mundo, sólo había que saber dónde mirar.

ALEX CARVI

Miercoles 29/01/2014

La ciencia y la religión tienen una estrecha relación de similitud entre ellas; ambas han intentado e intentan dotar de sentido a innumerables preguntas que ha tenido el ser humano desde su nacimiento. Si nos remontamos al pasado, la religión era vital para dar respuesta a muchos hechos existenciales o morales, y cada postura religiosa tenía sus propias prácticas y creencias. Sin embargo, siempre quedaban preguntas sin resolver y personas que eran excluidas socialmente por no creer en sus ideales. Estas mismas personas intentaban basar sus respuestas mediante la lógica, la experiencia o la práctica.

 

La ciencia indiscutiblemente refleja la evolución del ser humano, y cada vez más en nuestro país, la iglesia y la religión pierden adeptos a causa de un desinterés por parte de la sociedad que cada vez está más alejada. No obstante, la religión, en nuestro caso, católica, está presente en nuestras vidas, ya sea por ciertas celebraciones, o sin ir más lejos, por pequeñas costumbres. Yo, por ejemplo, no creo en ningún tipo de religión, pero siempre antes de ir a dormir acostumbro a rezar, ya que mi abuela siempre nos inculcó esta costumbre antes de ir a acostarnos. Podríamos decir que nuestra generación recibe los últimos coletazos de la religión cristiana que poco a poco está entrando en descrédito. Pero obviamente, la religión católica sigue en pie porque aún tiene muchos seguidores y creyentes que siguen apostando por una visión de la vida totalmente equivocada y errónea desde mi punto de vista. Sin ir más lejos, la ley del aborto es un claro ejemplo. Pero vivimos en el planeta Tierra donde existen muchas religiones y desafortunadamente, esta misma tiene una fuerte presencia en nuestras vidas.

 

Personalmente, no estoy en contra de ningún tipo de religión ya que son totalmente lícitas; no obstante, se crea el problema cuando se mezclan ciencia y religión. Un claro ejemplo es el de los testigos de Jehová; en su religión no está permitida la transfusión de sangre, y el serio problema llega cuando pisan un quirófano debido a una emergencia. El dilema moral está servido. ¿Sacrificas tu vida por la religión? O, por el contrario, ¿pones tu vida en manos de la ciencia? Yo obviamente me decanto por la ciencia antes de llegar a esta situación.

 

Tanto religión como ciencia dan respuestas a nuestras vidas, y cada ser humano debería tener la libertad de elección y tener visión crítica. Tristemente, las personas no podemos elegir dónde nacer; si lo haces en Irak, ya sabemos cuál será tu visión de la vida y en qué se basará. Pero poco a poco, todas aquellas personas que viven por su religión, cuando entren en contacto con otras formas de ver la vida, empezarán a dudar, y si su entorno social es flexible, tendrán el derecho humano y básico de poder escoger. Desde mi punto de vista, la religión no debería ser una imposición sino una vocación. No todo el mundo puede disfrutar de la capacidad de elección, y es por eso que yo me decanto por la ciencia, que es el futuro de todas las sociedades.

 

Jueves 30/01/2014

YOLANDA LAHOZ

Ciencia y religión… la guerra de los tiempos, pero ¿qué fue primero? ¿por qué surgieron? El hombre desde que es hombre ha necesitado de algo en qué creer, que le ayudase a llevar la incertidumbre de ¿ y cuándo me muera qué? Al hombre le aterroriza la idea de que una vez al cerrar los ojos se haya acabado todo y no haya nada más, ahí se quede todo, en los años de felicidad, de sufrimiento, de luchar por conseguir realizar sus sueños.

 

La Ciencia…. La explicación a las cosas, los fenómenos, lo que no podemos explicar con el simple conocimiento, surgió la ciencia para demostrar que lo dicho por la religión no es obra divina, ¿será eso?

 

Entre los ciudadanos hay opiniones para todos los gustos, algo si que hay pero el conjunto que se ha formado alrededor de la idea de la existencia de Dios… todo este mercado de papas, curas, obispos y cardenales… ¿eso es realmente la religión?

 

Muchas personas por tradición familiar son creyentes hasta la médula, tenemos el caso de grandes “creyentes” como el OPUS DEI… grandes ricos y con grandes posibilidades que abren muchísimas puertas en cuanto a trabajo y demás aspectos que ya todos conocemos.

 

Otro tanto de la población, por esa misma tradición familiar, odian todo lo que es la religión, será que son fanáticos de la ciencia y solo creen lo que pueden ver, oir, tocar, y experimentar, lo demostrable.

 

Yo personalmente, ando a caballo entre las dos, creo en Dios, creo que algo hay, creo que algunos de los pasajes de la Biblia en mi caso, son ciertos, pero en cuanto a curas, papas y demás “personalidades” que se han enriquecido a costa de la buena fe de las personas no, no y no, yo para hablar con Dios no necesito a ningún intermediario, predican que es cercano a nosotros, que es nuestro padre, ¿pero tengo que confesarme delante de un cura? NO, yo no lo veo así.

 

Por otra parte la ciencia, una gran pasión, experimentar, descubrir, qué bonito mundo, que parece que todo lo puede también, la ciencia, en nuestros días, para qué la tenemos, está curando enfermedades, investiga sobre otras, mejora nuestra calidad de vida, el universo, los coches, todo… estamos rodeados de ciencia prácticamente todo el día.

 

Ahora bien, mi pregunta para todo aquel que quiera pensar ¿somos ciencia o religión? Ciencia porque se dan procesos químicos y demás cosas dentro de nuestros organismos, pero… nuestra mente, ¿ciencia o religión?

 

 

Viernes 31/01/2014

BORJA HEREDERO

Innumerables son las personas que durante siglos han luchado por apoderarse de la delgada línea que separa la ciencia y la religión.

 

En los tiempos antiguos, los más avispados aprovecharon el desconocimiento y la oscuridad general para crear el remedio definitivo al miedo de vivir una vida vacía.

A base de actos puros y arrepentimientos, de obligaciones y sueños de vida eterna, vendieron a cada persona la fe como solución a todos sus males, pero sin darse cuenta de que realmente lo que estaban haciendo era ser controlados por quien más temían, que no era otro que “el mismísimo Diablo”, encarnado en un grupo de personas que se hacían llamar "los hijos de Dios".

 

Pasado el tiempo, ciertos sectores del llamado "rebaño de Dios" decidieron preguntarse cosas más allá de las impuestas leyes divinas y poco a poco aquellos siervos de Dios pusieron en entredicho la hasta entonces verdad absoluta. Ese pequeño grupo fue más allá del simple creer y con la certeza de poder encontrar la lógica a los sucesos de su historia y cotidianidad, fueron separando sus caminos con lo que hoy llamamos Iglesia.

Desde ese momento su enfrentamiento a lo largo de los siglos ha seguido latente y todavía a día de hoy su debate sigue abierto.

 

Esto no es más que mi pensamiento al respecto. Es un tema delicado por el cual se debe tener el mayor respeto. Por mi experiencia personal he llegado a la conclusión de que la evolución científica está más ligada a la religión de lo que parece. La religión creó en las personas la necesidad de tener fe y en eso no iban errados, ya que todo objetivo se consigue creyendo, ya sea en la fe, en algo superior o en la fe personal. La delgadez entre ambas es motivo de enfrentamiento pero a su vez de beneficio.

 

 

Terminada la semana de ¿Ciencia o Religión?, hemos podido observar que en la actualidad la ciencia se abre a pasos agigantados, pero sin olvidar que la religión está muy presente en otra gran mayoría de personas. Es inevitable refugiarse en la fe divina cuando la ciencia nos priva de conseguir nuestras metas.

Todo recurso es válido con el fin de ser felices y poder mantener así una vida más bonita.

 

 

 

Frase del Director

 

* La ciencia no deja de ser el resultado de la fe en uno mismo *

 

 


 

 

SÁBADO 01/02/2014

XAVI ARTACHO

"Expresador" invitado

 

 

La ciencia y la religión es un tema con el que se podría debatir horas y horas. Sin duda, dos elementos con mucho poder (para bien y para mal). Para resumir un poco hablaré de ciencia como hechos y de religión como iglesia y fe.

 

La ciencia es conocimiento. Conocimientos sobre muchos aspectos del ser humano, así como de todo lo que le rodea. La ciencia nos hace ser cultos, pues podemos aprender de muchas materias gracias al estudio de miles y miles de años. Estos conocimientos han devenido en muchos casos una solución a un problema (a bote pronto el estudio de la medicina y la invención de la penicilina) y en muchos casos un problema, pues en la naturaleza del ser humano está el egoísmo y la voluntad de poder. Como decía el tío de Peter Parker, «un gran poder conlleva una gran resposabilidad», así que un gran poder en unas manos equívocas, puede causar grandes problemas.

 

Es sabido que un minúsculo porcentaje de la población tiene la riqueza del otro aplastante tanto por ciento. Gracias a los conocimientos adquiridos, podríamos decir que disponemos de unos recursos suficientes para vivir todo el mundo en unas condiciones propiamente humanas. Por otro lado, como decía, a causa del «lado oscuro» que tenemos los humanos, este hecho no interesa porque no da dinero. Preferimos no compartir estos conocimientos que pueden dar lugar a nuevos conocimientos en todos los ámbitos, a usarlos para enriquecernos, y así nos va. En mi opinión, somos la peor especie de la historia.

 

Por otro lado, la religión, fe e iglesia. No soy un fiel seguidor de la religión en general. A pesar de esto, podría decir que la iglesia ha aportado durante muchos años unos valores como pueden ser: la hermandad, la fe, el amor y el respeto entre las personas, la buena conducta y los buenos pensamientos, entre otros. Estos parece que se han ido malgastando durante el tiempo en la sociedad y pienso que no se tendrían que perder nunca.

 

La fe juega un papel fundamental en el que, mayoritariamente todo el mundo, nos aferramos para conseguir nuestros propósitos. La fe mueve montañas, dicen. Yo sé, además, que es necesaria.

Pero, ¿la fe en quién o en qué?

 

Yo soy de la opinión de que, si Dios existe, se encuentra dentro de cada uno de nosotros, y no en el atrezzo, figuras, vestimenta y monumentos de gran valor que tiene la iglesia en su poder, como si ayudara a alguna persona el simple hecho de tenerlo allá. Por lo tanto, y para mí, la fe la tenemos que tener en nosotros y si Dios, el kharma o lo que ustedes quieran creer existe, nos ayudará.

 

Con todo el respeto, creo que no era la idea del mismo Jesús tanto adorno. Él era un revolucionario que predicaba practicando y no la imagen de una gran institución (ya no sé si decir empresa). ¿Por qué no cambian todos los tesoros para ayudar a los niños que no tienen ni para comer? ¿Para qué sirve el Papa? ¿En qué se diferencia con Juan Carlos I?

 

Encuentro sospechoso que apenas hace unos meses, con la maravillosa imagen que tenemos del sector eclesiástico, pongan a un señor que es totalmente diferente a lo que nos tenían acostumbrados hasta ahora. Dicen que ha cambiado protocolos : ha cambiado el oro macizo por el bañado en oro, ha pasado de hablar a kilómetros de la población a hacerlo al oído, etc. Encuentro genial que sea así, vuelvo a decir, puesto que se está predicando con el ejemplo. A pesar de que me parece un lavado de imagen para volver a enganchar a aquellos que empezaban a sospechar. Estaban perdiendo puntos.

 

Todo el mundo tiene que hacer aquello que le haga feliz, respetando a los demás y creer en lo que se quiera. De lo que estoy harto es de que se juegue con la buena fe de las personas.

 

 

 


 

 

Soy un título. Haz doble clic para editarme.

Disfruta también de...

bottom of page