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SANT JORDI 2014 EL DÍA DEL LIBRO Y LA ROSA

 

Amazonas

 

Mi corazón hoy es una selva, una matriz de encuentros caóticos. Hay en él salvajes que se miran, se airean, resoplan, juegan con ritmos serenos y alegres, rompen las paredes de un antes incapaz… y se expande.

 

Mi corazón es hoy los suburbios de la ciudad gris a media noche, aleteo sarcástico mágico y trágico desenfoque amargo. Hoy late desbocado de vínculos, rodeado de redes, de maravillas encontradas, sonrisas fuertes y lágrimas fáciles.

 

Y si me preguntasen la diferencia… no hablaría de otro inquilino renovado, ni de joyas y encuentros repentinos, ni de caminos de la mano, no hablaría de una noche de Abril rememorando canciones del pasado.

 

Si me preguntasen… respondería claramente, gritaría al cosmos la verdad renovada, lo especial y único, la brillante visión que lo ha hecho fuerte y la suerte encriptada que me aguarda: Mi corazón hoy, al fin, se ama.

 

¡Bésame!

 

Haz que acabe ésta espera,

antes de que venga otra ave

y con su descaro

vicie tu sutil perfume.

 

Brillo de plata,

sé que me miras,

sólo...

acércate,

despacito,

como la mano que acecha

expectante.

 

Ven,

encarcela mi aire de anhelo,

cerca mi boca,

prisión de cielo,

hasta que olvide

como se respira.

 

Quiero ser tus labios

perfilando

ésta cruel condena

paso a paso,

suspiro a suspiro,

con tiempo infinito

y finitud muda.

 

Suave,

quiero sentir,lento,

tus plumas de nácar.

Sólo bésame...

 

 

Loco

 

Sentado en una silla de metal.

Paredes blancas. Traje blanco. Alma pálida.

Le aprieta la camisa en los brazos adormilados pero no se atreve a moverse, podría caer, podría hacerse notable su pérdida en una lucha contra el tiempo.

Mejor callar y que no reaccione el cuerpo.

Quiere explotar, pero la cordura se apodera del hecho de reír o llorar su rabia... entiende que nadie podría aceptar tal lucidez.

 

Impregna con la mirada la minúscula sala que se cree un hogar. No hay detalles en las paredes acolchadas, sólo siempre la misma forma hipnotizante que hace a sus huéspedes somnolientos.

 

¿Cuándo fue que empezó a descubrir que el mundo está completamente loco?

 

Ellos, que crean prisiones, imaginan formas de matar, juegan: unos a gobernar y otros a obedecer, compran y venden formas de vida y vivir, que siguen modas para no sentirse solos, viven para trabajar, gastan por dinero, que existen para inmolarse lentamente con prejuicios, comida grasienta y hipocresía...

 

¿Quién les dirá que están locos?

 

Él que tan solo quiere vivir vivo, por él, por la sencillez de ser: Colores, olores, placeres, instintos. Lo demás es obra de un puñado de animales con miedo a morir.

 

Tiene ganas de correr así que empieza a gritar para que ellos vengan a hacer uso de su mente mal situada en superioridad y sí, allí vienen con la jeringa de plástico, su única amiga desde hace meses.

 

Le sujetan entre tres y le clavan sueño... Mucho sueño...

 

La silla en el suelo. Cae.

El suelo cada vez más cerca.

 

Se escucha lejana la canción que cantaba su abuela cuando aún era un crío no lo suficientemente inocente.

 

-Duerme niño, que duerme la luna. Duerme y olvida la lluvia de mar, duerme, que mañana ya no habrá nada porqué llorar...-

 

La nana se acerca tanto que se torna estridente en su cabeza, se tapa los oídos y cierra los ojos hasta que por un momento logra olvidarlo todo… y se duerme. Y olvida hasta las bestias, las pasiones, los hombres, las nanas, los cristales rotos y un mundo lleno de locos. 

 

 

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